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La geniera...y otros cuentos

Os he dicho ya que...

...estoy de vacaciones? XD

En realidad las clases acaban el jueves, como en todos lados supongo, pero yo el jueves tenía tres horas de clase y me han quitado las tres (sospecho que ambos profesores se han pirado de vacaciones antes de tiempo). Y hoy cierran el campus técnico (los cuatro edificios) para evitar la inevitable celebración de la prechampanada.

La prechampanada es una fiesta no oficial que se lleva celebrando unos diez o doce años como respuesta a la fiesta oficial que era la Champanada (originales eh?! XD). La Champanada se les ocurrió a unos alumnos de la primera o segunda promoción del chepese que compraron cava y al final de las clases brindaron con los profesores en amor y compañia. Esto fue degenerando hasta que prohibieron hacerlo porque la gente llegaba borracha a clase y a prácticas (que poco talento hay que tener para ir a unas prácticas de electricidad borracho perdido o_O). Así que dejó de hacerse el último día de clase y se pasó al anterior aprovechando que así había más gente.

Mi primer año de carrera fue el primer año que cerraron a cal y canto el edificio. Además a traición y por la espalda porque lo anunciaron el día anterior a eso de las ocho de la tarde con lo que no se enteró nadie. Y con lo de nadie me incluyó a mi misma que tenía clase a las ocho de la mañana y, tonta de mi, fuí un poco antes para poder entrar en la sala de ordenadores y mandar unos militos (por aquellas épocas no tenía internes en casa). Así que allí estabamos a las siete y media de la mañana, noche oscura, con un frío de tres pares de narices diciéndole al segurata de todo menos guapo.

Ni que decir tiene que después de esa bonita primera esperiencia no he vuelto nunca más a ir a una prechampanada. A lo mejor con dieciocho añitos pues tiene su gracia, pero con el tiempo eso de emborracharte a las diez de la mañana un veintialgo de diciembre, a dos grados y en un descampado, como que pierde encanto. Y más cuando eres de Soria y has hecho chorrocientos botellones a la luz de las estrellas (la mayoría de ellas cayendo una helada, porque en mi pueblo puede helar todo el año).

De cerrar el edificio (entonces sólo había uno) y dejarte hacer botellón en el porche pasaron a poner cordón policial y perros en las entradas del campus para que ni te acerques así que ahora se hace en un descampado que hay cerca, en unas pistas de atletismo para ser exactos. 

Lo gracioso es que los profesores siguen poniendo prácticas ese día aún a sabiendas de que cierran el campus. No sé si es que esperan que un año dejen de hacerlo... ingenuos! XD

Pués eso, que tengo vacaciones pero no me lo parece.

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