Y los demonios de la noche bajaron y nos gritaron al oido
El sábado salí sin ganas, como tantas noches. Hacía un calor espantoso y uno de nuestros bares seguía cerrado.
Las soluciones de emergencia suelen funcionar a medias y las invitaciones a acompañar a un grupo de chicos a mi no me funcionan NUNCA.
Me mareé (autodefensa? XD). Dejé de escuchar la ensordecedora música del último garito y todo empezó a darme vueltas en silencio (a la una de la mañana).
Salí, todo lo digna que pude, a la calle y me senté en un banco (bendito banco). Estás pálida, me dijo, nunca te había visto asi.
Y entonces... me puse cafre (un 7 en la escala geniera de cafrismo). Me negué a que me acompañaran, a que me pidieran un taxi y a irme a cualquier otro sitio que no fuera mi casa y mi cama.
Y si aun así insiste qué es: masoquismo? cabezonería? culpabilidad? muerte cerebral?
2 comentarios
la geniera -
No se a donde volveremos, pero volveremos XD
Klá -
¿Viaje al interior?
¿Golpe de calor?
¿Invitaciones a acompañar? xDDD
Yo aguanté el jueves hasta las 4:00, llevo una época muy malita, con lo que yo he sido...
Volveremos