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La geniera...y otros cuentos

Memoria

Tengo mala memoria, lo reconozco (voy a dejar de decir "lo reconozco" que me empiezo a resultar pesada a mi misma). Muy mala en algunos casos.
No la he tenido buena nunca y por eso siento cierta envidia por la gente que es capaz de almacenar datos más o menos útiles o absurdos de todo punto. Admiro la capacidad para recordar una cita adecuada, el nombre de un rio o de un pueblo que hace siglos que no ves o que incluso no has visto nunca, lo que habia en la esquina de la calle antes de que pusieran ese bar, la fecha exacta de determinada guerra, la época en la que reinó cualquier reyezuelo de tres al cuarto, que peli estrenaban o que canción del verano sonaba machaconamente aquella vez que... y así con todo. Admiro, por mi propia incapacidad para ello, a todos los que tienen memoria.
Mi madre siempre dice que la memoria es la inteligencia de los tontos, pero lo dice porque es de las mias (XD).
Hay cosas que me han pasado que he intentado, con mayor o menor fortuna, escribir para recordar más vivamente pero desistí de ello cuando me dí cuenta de algo. No quiero recordar lo que he escrito, no quiero recordar el recuerdo encajonado en un folio sin los detalles, sin las sensaciones que me produce el propio recuerdo. No quiero restringirme a lo que reflejan esas lineas, esas palabras. Me gustan mis recuerdos con sus lagunas, borrosos, incompletos, incoherentes, pero que destilan todas las sensaciones que me produjo vivirlos y que yo, por desgracia, soy incapaz de reproducir en una hoja de papel.

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