Cena de quintos (I)
Desde que acabé el instituto había conseguido librarme de lás absurdas cenas de quintos pero a la de este año no me pude negar. Me pidió que fuese una amiga a la que a su vez había convencido otra para que la acompañase. Al final se acopló otra más al "superplanazo" y fuimos cuatro del mismo grupo a la estupenda cena.
No obstante, puse dos condiciones para ir. Una, que nos emborrachasemos considerablemente antes, más que nada para soportar la sucesión de "que es de tu vida" y "cuanto tiempo sin verte" más dos besos por persona, que nos esperaban. Y dos, que antes, durante y después de la cena nos dedicasemos al sano y desprestigiado arte de despellejar a nuestros queridos compañeros de clase.
No cumplieron ninguna de las dos condiciones. Llegamos a la cena con apenas tres cañas por persona, lo cual nos mantenía plenamente conscientes de nuestros actos y lo que es peor, de los actos de los demás y del exceso de sonrisas falsas y saludos hipócritas que se dieron lugar en los excasos 20 metros cuadrados que ocupabamos antes de entrar a cenar. Y no pudimos desproticar agusto sobre la mayoría porque algun@s se empeñaban en hablar con nosotras y porque una de nuestras amigas no nos dejaba poner verde a la peña por motivos físicos, ya sabeis "mira esta como se ha puesto", "esta era la que iba para modelo?", "fulanito se está quedando calvo"...
No obstante, puse dos condiciones para ir. Una, que nos emborrachasemos considerablemente antes, más que nada para soportar la sucesión de "que es de tu vida" y "cuanto tiempo sin verte" más dos besos por persona, que nos esperaban. Y dos, que antes, durante y después de la cena nos dedicasemos al sano y desprestigiado arte de despellejar a nuestros queridos compañeros de clase.
No cumplieron ninguna de las dos condiciones. Llegamos a la cena con apenas tres cañas por persona, lo cual nos mantenía plenamente conscientes de nuestros actos y lo que es peor, de los actos de los demás y del exceso de sonrisas falsas y saludos hipócritas que se dieron lugar en los excasos 20 metros cuadrados que ocupabamos antes de entrar a cenar. Y no pudimos desproticar agusto sobre la mayoría porque algun@s se empeñaban en hablar con nosotras y porque una de nuestras amigas no nos dejaba poner verde a la peña por motivos físicos, ya sabeis "mira esta como se ha puesto", "esta era la que iba para modelo?", "fulanito se está quedando calvo"...
2 comentarios
la geniera -
La cena fue un coñazo pero me sirvió para un par de cositas que todavia tengo que contar.
Bss chavalote ;)
Klá -
¿Y cómo hacer una cena de estas sin poder criticar? Es como comer sin sal, ni chicha ni limoná, cuando recordeis esta cena sólo vais a recordar, uff, cómo nos aburrimos el año pasado. xD
Besicos guapa!, espero que disfrutara de la resaca al menos