Amigos/as
Fase 1. El principio: Conoces a alguien y te cae bien, mal, regular, lo que sea. No es tan importante la primera impresión porque las impresiones cambian. A mi normalmente no me causan ninguna impresión las personas en un primer momento...bueno, matizo, no me causan ninguna impresión buena, o me la causan malísima o ni me entero.
Fase 2. El boceto: Comienzas a dibujar a la persona que tienes delante. De fuera a dentro. Dibujas una silueta que poco a poco se va adaptando a la persona y que la va definiendo. Es la fase de los cambios, te dedicas a borrar y volver a dibujar continuamente. A veces sólo consigues manchas inconexas que no te dicen nada y otras, con suerte, sólo es la fase de preparación para la siguiente.
Fase 3. El cuadro: Sacas la caja de acuarelas y te dedicas a colorear el cuadro. En esta fase no se admiten cambios, no se puede borrar una pincelada una vez dada, sólo se puede pintar encima haciendo que desaparezca lo anterior con mayor o menor fortuna. Pero siempre estarán allí todos los colores que pintaste antes, por muy tapados que te parezcan.
Fase 4. El fin. El fin, si, pero no de cualquier manera porque con la gente con la que solo has llegado a las dos primeras fases el fin no es transcendente. De hecho estos pasan a la categoría de "conocidos" que engloba a tanta gente conocida, como desconocida en realidad, y que son como tener un tío en Alcalá (que ni es tio ni es na). Es el fin trás la fase tres, inevitable en muchos casos aunque no por ello menos inesperado. Si apenas unos meses antes te pronosticaran ese desenlace jurarias y perjurarias que eso no os iba a pasar. Pero pasa.
La duración de las fases varía de unas personas a otras. Habrá gente con la que llegues a la fase tres en unas horas y habrá otra con la que no pases de la uno-dos jamás.
La mayoría de las personas a las que conoces se quedan en la fase dos, apenas dibujados, apenas conocidos, apenas. Unas cuantas, pocas, llegaran a la fase tres y se quedarán allí para siempre, porque nunca se acaba de conocer bien a una persona, cada día pueden hacer algo que te sorprenda, que les sorprenda a ellos mismos. A la cuarta fase llegan mas o menos los mismos que se quedan en la tercera y estos son, sin lugar a dudas, los que causan más tristeza, los que hacen más daño. Son los que una vez fueron y nunca más volveran a ser, por muchos motivos que quedan evidenciados por el silencio, por ese silencio que se instala entre las personas que ya no se importan.
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