Navidad
Hoy es uno de esos días en los que quería escribir algo inteligente. Me pasa mucho, me siento delante del pc con el firme propósito de escribir algo más que decente y menos que memorable, un término medio que me deje satisfecha.
Esta vez lo pretendía porque es el último día de este año que escribiré sola en mi casa (esto de que me gusta leer y escribir cuando estoy sola lo cuento otro día) porque esta tarde viene mi madre y con mi madre aquí es imposible estar sola. Llega mi madre y la comida parece más comida y la casa, más mi casa. Hasta el infernal ruido que hace por las mañanas es acogedor.
Es una de esas cosas que sólo las madres consiguen. Al menos la mía lo hace.
Geniera modo ñoño activado. Tranquilos, se me pasará.
PD: Tengo un dedo vendado y por eso escribo así. Es como la gente a la que le cortan un dedo del pie y pierde el equilibrio. Yo también he perdido el equilibrio.
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