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La geniera...y otros cuentos

El caso de la marquesina asesina

(No veía una rima tan nefasta desde el "testigo-Postigo" de Mecano en Cruz de navajas)

Las marquesinas y demás mobiliario urbano portador de anuncios se convierten llegado el verano (en invierno también pero menos) en trampas mortales.
Porque caminas un día por la calle, inmerso en tus pensamientos, ajeno a los ajetreos rutinarios de la urbe cuando te topas con una Venus salida de las aguas con cara de loba (detalle importante) y en bikini (horroroso por cierto).
Y claro, ahí estas tu con una cola de gente detrás tuyo esperando el bus y disimulando como puedes, osea poco y mal.

Que dura es la vida.

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