Ayer un basurero, encaramado a su camión en marcha, perpetraba "La luna y el toro" sin compasión alguna por el respetable público que encontraba a su paso
Yo tenía una compañera de clase, años ha, que se quejaba de la inexistencia de biblioteca en nuestro, por entonces, edificio, culpándola, a la inexistencia, de las pocas horas que dedicaba a estudiar en el resto de salas de estudio de los alrededores, por aquello de "lo mal que la pillaban"; que ya se sabe que en la vida de un estudiante, tres minutos son una eternidad.
Eso si, en cuanto nos cambiaron de edificio, a uno que si poseía tamaño bien, no volvió a pisar biblioteca alguna.
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