Hijoputismo de salón
El hijoputismo de salón es como el toreo de salón, plástico y de belleza intrínseca, pero poco práctico cuando te enviste un bicharraco de quinientos kilos. Viene a ser un hijoputismo teórico, de estrategia, no provocará guerras ni ERE´s pero tampoco es inócuo, produce un daño menor, pero doloroso.
El hijoputismo de salón puede ser activo o pasivo. El hijoputa pasivo además de hijoputa es cobarde (una joya!), siembra una duda, una posibilidad, una idea, un "menganito vendrá a la cena" o "fulanita ha preguntado por tí", más falsos que las lágrimas de Leticia Sabater en DEC, y se sienta a esperar el golpe. El activo, además de sembrar la duda, monta la cena y se asegura de que menganito esté fuera del país.
Los hijoputas de salón también disfrutan con la humillación y el desencanto ajenos, pero lo hacen en solitario, no se jactan, no alardean, pero se puede ver una leve mueca de satisfacción dibujada en sus rostros cuando todo sale bien mal.
3 comentarios
la geniera -
Macarrilla, tod@s lo fuimos, lo somos o lo seremos...
Marmotazgz -
María -