Se me ha suicidado el Kenny
Hace casi cinco años (cuando me pasé a la técnica, pero eso es otra historia), un día volviendo a casa de clase entré en una papelería de mi barrio a comprar folios y me compré un llavero con un Kenny con su mono naranja todo guapo él. Después de varios intentos para ubicarlo, el llavero acabó colgando de mi mochila y allí ha pasado todo este tiempo.
El primer año de vida en común se lo pasó desenroscándose solo de la parte del llavero y cayéndose al suelo en los lugares menos apropiados (más de una vez lo tuve que rescatar de debajo de un coche). A mi siempre me pareció una actividad, cuando menos, curiosa para un trozo de plástico y más de una vez pensé en darle pegamento para que no lo volviera a hacer pero pasados esos primeros meses dejó de hacerlo. Simplemente cesó en sus actividades suicidas.
Esta mañana cuando me he ido a poner la mochila para ir a clase he descubierto que no estaba. Esta vez no se ha desenroscado, uno de los eslabones de la cadenita estaba abierto. Me le imagino estos cuatro años dándole cada día un tirón a la cadenita, que lo unía a mi, con la esperanza de que un día cediera.
Así que un Kenny de tres centímetros de alto y con media cadena de llavero saliéndole de la cabeza va por Zaragoza feliz trás haber obtenido su libertad. Espero que no me le atropelle un coche.
2 comentarios
la geniera -
Espero que se lo encuentre alguien y le de un buen hogar.
Klá -
Repásate tus rodapieses no vaya a haber rebotado contra alguno. Aunque imagino que si así fuese ya lo hubieras detectado, que sería de tí sin comprobar tus rodapieses