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La geniera...y otros cuentos

¿Ser fértil (biológicamente) e indefinido (laboralmente), te capacita como padre/madre?

Tengo unos amigos que están embarazados. Nos lo comunicaron así, estamos embarazados.

Ella es uno de los seres más egoistas y desconsideradas que conozco y él es... como definirlo... él es un colgado. Son los típicos a los que no les dejarías al cuidado ni de un bloque de hormigón.

Y me dicen: "no, si llevaban tiempo intentándolo" O_O

Llevan años viviendo juntos y todavía me pregunto que comen, teniendo en cuenta que ninguno de los dos cocina. Y no digo que no sepan o que lo hagan mal, digo que NO LO HACEN.

Se me ocurrió decir que no tenía ni la más mínima (ni remota) intención de tener hijos y me miraron como si la tarada fuera yo!

Mi calle está tan iluminada de noche que si sales a tirar la basura hecha una LadyGaga de la vida, no hace falta que le pongan flash a la cámara

Lo que se ahorran en luz, y en persianas, mis vecinos Quinquis...

Mi pueblo está plagado de chonis poligoneras y yonatanes de pantalones por la rodilla... a esto es a lo que llaman globalización, no?

Eso si, la globalización también hace que todo esté cerrado a las cuatro y media y que a esa hora haya más gente en la calle que a la hora del vermut.

 

PD: Según salía de mi pueblo esta mañana me ha parado la Guardia Civil sólo para comprobar que no me había caducado el carnet de conducir. Así que podía haber llevado un coche robado, la guantera llena de cocaina y un cadaver en el maletero que me hubiera ido tan pancha. Lástima...

Cuando alguien te dice que eres fuerte es que, inmediatamente después, te va a caer un marrón

Y si encima es por comparación y se acompaña de un menos mal que tú...

 

He dicho ya que me voy mañana a mi pueblo a no emborracharme? Pues me voy a replantear el no.

El buenismo

"Líbrame de las aguas mansas, que de las bravas me libro yo"

El buenismo es una práctica, por suerte, no demasiado habitual. Para contextualizar, digamos que podemos dividir a nuestros conocidos (por no ponernos a generalizar con la población del planeta) en grupos en función de su grado de bondad relativa (la bondad absoluta no existe). Así tendríamos a los que podemos calificar como buena gente, a los que podemos calificar como "ni pa ti ni pa mi" y a los que mantendríamos alejados de nuestras madres e hijas y si estuviera en nuestras manos también de convertirse en altos cargos de la administración; pues aún tendríamos un cuarto grupo, los buenistas. Los buenistas parecen buenos, actúan como si lo fueran, aconsejan, se ofrecen, muestran lo que podríamos denominar una actitud activa de bondad, ellos son buenos y quieren que se les reconozca por ello. Vienen a ser de la misma calaña moral de los que se autodefinen como los más humildes y se quedan tan anchos. Porque ellos parecen buenos, pero no lo son.

Dentro de los buenistas existen a su vez dos tipos. Tenemos los buenistas listos, que saben lo que son y se aprovechan de ello, y los buenistas lerdos, que creen que en realidad son buenos. Los especímenes del segundo tipo no sólo creen que se puede hacer distinciones a la hora de ser bueno, que es algo en lo que la mayoría podríamos estar deacuerdo, sino que se creen dotados con la capacidad de poder elegir quienes lo merecen y quienes no. Son jueces y parte. Son los peores de todos.

El problema es que no resultan fácilmente identificables. No se les ve venir hasta que es demasiado tarde. Es como tratar de agacharse en un bosque lleno de cazadores cuando suena un disparo; cuando lo has oido, ya ha pasado. Una vez caido el telón pasan por tu mente aquella vez que "despellejaron sutilmente" a alguien a sus espaldas (cinco minutos después de apoyarle en su desgracia y planear su salida del agujero con su inestimable ayuda),  todas las anécdotas que contaban en las que curiosamente, de un modo u otro, siempre quedaban bien o cada vez que fruncían el ceño cuando no recibían su cuota de admiración pública por sus denodados esfuerzos por hacer felices a los demás.

Eso si, cuando se les descubre es imposible echarles nada concreto en cara, porque es más lo que dejan por hacer, nunca por su culpa obviamente, que lo que hacen. Apenas dejan tras de sí un poso amargo de decepción y esa duda que se instala en tu cerebro y  de la que ya no te puedes librar y que te hace, o bien preguntarte constantemente si los que considerabas buenos todavía lo son (o si lo fueron alguna vez), o bien dividir a la gente entre los hijoputas y los ni fu ni fa y ahorrarte la duda.

La gente te pide que seas sincer@ sólo para saber que les adulas de corazón, porque cuando les dices algo malo ya saben que es de verdad

El sábado me voy a mi pueblo.

A pastorear cabras bucólicamente al amanecer por pastos salvajes? No. A emborracharme un montón.

El gran invento del siglo XXI serán las salas de espera con animación suspendida...

El gran invento del siglo XXI serán las salas de espera con animación suspendida...

...en las que entrarás y te parecerá que inmediatamente después te llaman, aunque hayan pasado tres días, que es la media que pasas en cualquiera.

 

PD: ¿Para cuándo un hilo musical que no haga que te den ganas de invadir Polonia?

Hijoputismo de salón

El hijoputismo de salón es como el toreo de salón, plástico y de belleza intrínseca, pero poco práctico cuando te enviste un bicharraco de quinientos kilos. Viene a ser un hijoputismo teórico, de estrategia, no provocará guerras ni ERE´s pero tampoco es inócuo, produce un daño menor, pero doloroso.

El hijoputismo de salón puede ser activo o pasivo. El hijoputa pasivo además de hijoputa es cobarde (una joya!), siembra una duda, una posibilidad, una idea, un "menganito vendrá a la cena" o "fulanita ha preguntado por tí", más falsos que las lágrimas de Leticia Sabater en DEC, y se sienta a esperar el golpe. El activo, además de sembrar la duda, monta la cena y se asegura de que menganito esté fuera del país.

Los hijoputas de salón también disfrutan con la humillación y el desencanto ajenos, pero lo hacen en solitario, no se jactan, no alardean, pero se puede ver una leve mueca de satisfacción dibujada en sus rostros cuando todo sale bien mal.

"Y me sigue (si, todavía) poniendo muchísimo"

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Geniera modo Retrospectiva ON

Marzo... marzo... marzo es un mes, no?

Me duele una muela... la muela que no me dolía antes de ir al dentista y por la que ahora no saboreo la comida porque no puedo masticarla tranquilamente, podría estar comiendome un cartón o un chuletón que no notaría la diferencia... y es triste no notar la diferencia.

¿Tú ya eras así antes? (II)

Frúnzase el ceño, tuérzase el gesto, adelántese la cabeza sobre la vertical del cuerpo, incorpórese una mirada de absoluta incredulidad y pregúntese como si te acabaras de dar cuenta de que la respuesta a la pregunta cuatro era la b... y hubieras marcado la a.

De como la higienista buenorra mutó en higienista bizca... se le acabaría el contrato?

En el apartado técnico puedo asegurar que tras tres inyecciones de anestesia ya te pueden dar hasta con un martillo pilón.

Tres o cuatro breves (porque lo breve si breve, dos veces breve) apuntes sobre la visita al dentista

- Lo buena que estaba la enfermera-higienista-recepcionista-tusiquevales.

- Que me dolía una muela del lado superior izquierdo y me tienen que empastar una del lado inferior derecho... que menos mal que no iba con un esguince de rodilla que sino me escayolan las orejas!

- La encantadora dentista que no me echó la culpa, por ineficiencia, de mis problemas bucodentales sino que se la echó a un ente ajeno a mi en el tiempo y en el espacio. Maravillosa la señora.

- Lo buena que estaba la... ains...

Mañana voy al dentista

Aviso por si no vuelvo, que no me he fugado ni nada...todavía.

Tener un blog con lo que los pedantes llamarían "solera" y yo llamaré "cierta edad", te permite reubicarte en el tiempo con un clic de ratón

Y te relees y piensas "con lo bien/mal que estaba yo por entonces... cómo se me ocurriría escribir tal... o pascual?" y te encuentras volviendo a escribir lo que no toca, por si te leen... y por si no, también.

BOLSOS HA 10€ (¡Cuánto daño hizo la ESO!... yo hice 4 años XD)

En el último bar en el que tomé café (después de haberme prometido no volver a hacerlo... la parte de tomar café, no la de entrar en bares) se produjo un agravio comparativo (agrario cooperativo XD) a mi favor. A saber, me cobraron diez céntimos menos por la misma consumición que a la que estaba sentada a un metro de mi. Para lo que sólo se me ocurren dos explicaciones razonables y un "a la camarera se le fue la pinza" (que tendría más sentido si no nos hubiese cobrado con tres minutos de diferencia... o quizás no XD).

Explicación 1: me hizo descuento de no fumador. Porque la otra fumaba por todo el bar (y parte del extranjero).

Explicación 2: me hizo descuento "gremial" y no me refiero al gremio genieril precisamente...

¿Tú ya eras así antes?

Ladéese la cabeza hacia la derecha, piérdase la mirada en el infinito, póngase cara de no entender un carajo y hágase la pregunta con el mismo tono de voz que si se estuviera preguntando por la teoría de cuerdas.

La originalidad más rabiosa (de la rabia que da) ha inundado los premios de fotografía de mi pueblo y así el primero va para un trabajo que se titula...

... "Viki85" que firma, sin ruborizarse, una tal Virginia en plan tuentwiter y que tiene toda la pinta de haberse fotografiado artísticamente los pies en blanco y negro o su propio reflejo en el espejo del baño en contrapicado... y el segundo para otro que dice "Desde mi punto de vista I" que tiene dos bofetadas, la primera por hacer efectiva la amenaza de segunda parte sin habernos dejado reponernos de la primera y la segunda porque si llega a ponerle a una fotografia "Desde mi páncreas"...

Y no te contaría mi vida ni aunque fueras el último ser vivo del planeta, y ojo, que no he dicho "ser humano" por no ofender a la ameba en la que te has convertido

Y no te contaría mi vida ni aunque fueras el último ser vivo del planeta, y ojo, que no he dicho "ser humano" por no ofender a la ameba en la que te has convertido

Aceptemos que no son "los otros" los que cambian, e incluso que tampoco somos nosotros mismos, sino que lo que no permanece constante es nuestra impresión sobre esa gente; que según vamos viendo, escuchando y, sobre todo, sintiendo, nuestra percepción muta, en ocasiones, irremediablemente.

Vale, pues... mecagüen la percepción!

E inauguramos mes como el que bota un barco... dándonos con él en la cabeza

¿Qué estaba haciendo yo mientras se acababa enero?