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La geniera...y otros cuentos

Chepese

Siempre he estado casi al final de la lista

Siempre he estado casi al final de la lista

Literalmente.

Lo cual era genial en clase de gimnasia cuando no te apetecía correr recién desayunada. Y es una putada cuando entras en una jodida bolsa de empleo de la administración.

 

Geniera modo Mecagüen el abecedario

Ayer recibí los libros en una caja de cartón

Hacer cola acaba con mis, de por sí poco templados, nervios.

No era para mi

Es curioso el poder tranquilizador que ejercen esas cuatro palabras sobre mi conciencia.

Y la verdad es que todavía no lo sé

La duda es un arma de doble filo. Te permite, por una parte, especular con las posibilidades e incluso prever un final acorde con tus necesidades preferencias. Por otra parte, te mantiene en un estado de incertidumbre que, a la larga, resulta agotador.

 

Geniera modo Maburronomehagasmuchocaso activado

Existen unos límites claros y diáfanos y existen unos límites que parecen (parecen) puertas abiertas

Y aprender a distinguirlos debería ser materia obligatoria en los colegios.

Y, particularmente, creo que deberían destinarse a tal fin las horas que perdimos leyendo el Quijote, aprendiendo a saltar el potro, lidiando con conjuntos vacios, maravillándonoslas con los acentos diacríticos, empezando a estudiar Historia siempre (siempre, siempre) desde la Ilustración, memorizando capitales, fechas y nombres, localizando cordilleras y rios, diferenciando minerales que no volveremos a ver en la vida... y todas (todas, todas) esas interminables horas que emplearon nuestros educadores en quejarse de lo que fuera, desde el sistema educativo del momento, hasta nuestra propia ineptitud (comparada siempre con la inteligencia sobrehumana de unos "otros" dignos de la isla de Perdidos).

Hoy he hecho un Jaccar, que se caga la perra

Y me he echao un cafecito al cuerpo por lo bien que lo hemos hecho (es que no fumo en casa, normas básicas de convivencia).

Y no, no voy a explicar lo que es un Jaccar.

Y no, tampoco uso nunca, jamás, bajo ningún concepto la expresión "cagarse la perra" en público. Pero a mi misma me digo casi de todo, es lo que tiene la confianza.

Se ha puesto en marcha una investigación y eres uno de los sospechosos

Si tu universidad te manda ese mensaje a tu correo, de primeras te acojonas.

Después, empezado a leer, descubres que dice nosequé del cambio climático y ahí es cuando te acuerdas de la madre del gracioso que estudió publicidad engañosa en un curso CCC.

Geniera modo Meparto

Y como si hoy empezara el curso...

...me he provisto de bolis, carpetas y post-its, con la misma ilusión que una niña de 9 años.

Es la única forma de hacer bien las cosas.

Los exámenes son una puta mierda

Y después de esta máxima que, como puño de boxeador, golpea el mentón de todo estudiante en época de exámenes al menos diecisiete millones de veces (si, las he contado) al día, dedico una bonita canción de Siniestro Total a todos mis profesores, pasados y futuros, así en general para no discriminar, que está feo.

Te mataré con mis zapatos de claqué
te asfixiaré con mi malla de ballet
te ahorcaré con mi smoking
y morirás mientras se ríe el disc-jockey
y bailaré sobre tu tumba
(ua churugu ua churuguá)
Te degollaré con un disco afilado
de los Rolling Stones, o de los Shadows
te tragarás la colección de cassettes
de las Shan-Gri-Las o de las Ronettes
y bailaré sobre tu tumba
(Ua churugu ua churuguá)
 
Te clavaré mi guitarra
te aplastaré con mi piano
te degollaré con mis platillos
te trepanaré con mi órgano Hammond
Y bailaré sobre tu tumba
(ua churugu ua churuguá)

Lo bueno de...

...ir sola a la biblio es que, como nadie te entretiene molesta, tienes todo el tiempo del mundo para aburrirte estudiar.

Y lo malo de ir sola a la biblio es que, como nadie te entretiene molesta, tienes todo el tiempo del mundo para aburrirte estudiar.

Rutina

Hace días (quizás semanas, no lo sé) volví a ponerme el reloj. Puede parecer un hecho sin importancia pero evidencia una necesidad que mientras no lo llevaba, no tenía. No necesitaba saber la hora-minuto-segundo del día en el que estaba, total para que.

De momento he conseguido no recuperar la mochila-cartera-comosellame para ir a clase. Me he acostumbrado a los bolsos (aún no sé como porque no me gustan a pesar de lo superprácticos que digais que son) y a las carpetillas de plástico de colores estridentes (tengo unas rosas monísimas XD) cuyo único objetivo es no recordarme adonde voy, ni porque.

El martes se me acercó una chica, que conozco desde hace cuatro o cinco años y que no me cae bien, a la salida de clase. No me cae bien y además me recuerda donde estoy y porque, así que no le suelo hacer ni caso. Cosa que desde que se ha vuelto a dejar el pelo largo es tremendamente dificil porque la chica es insultantemente (in-sul-tan-te-men-te) guapa: rubia, ojos azules, piel morena, sonrisa perfecta...un asco, vaya.

Ya no me enfrasco en conversaciones sobre lo cabrón que es tal o cual profesor, sobre lo dificil que es tal o cual asignatura, sobre lo coñazo que son tales o cuales prácticas, sobre la cantidad de asignaturas que llevo y con quien y porque y lo que me queda o me deja de quedar, sobre fulanito que fijate que acabó ya o no o le queda no se qué, etcetera. Mantengo alguna (conversación) por educación, porque me preguntan, porque no me queda más remedio, pero nada más. Nada que me recuerde donde estoy y porque.

Y si, acepto, asumo, elijo, si...pero huyo de todo lo que me haga pensar en ello. Y el autismo como actitud vital es muy útil, pero estar seis meses desaparecida del mapa genera un interés que me limito a resolver con un cortante: descansando, que suena más a: y a ti que te importa!

Y el hecho de opositar (8 van ya, miedo me doy) hace que de momento el margen de error sea aceptable, pero ya veremos.

Un lapsus freudiano que se llama

"El 95% de vosotros está capacitado para abrir una puerta con manilla"

Tras un momento de vacilación lo ha ampliado al 100%, pero eso ha sido después.

¿Y qué van a hacer, suspendernos?

Y yo la miraba asombrada, pensando, claro, comparado con que te saquen los ojos con una cucharilla de café, pues la verdad es que es una nimiedad.

Y ante semejante relativización de la realidad no he podido sino sentirme pequeñita y callarme.

Visto desde fuera de la pecera

Esta mañana entraba a clase con el mp3 aún sonando. A veces me pasa, se me olvida que la música no suena más allá de mis oidos.

Elvis cantaba melodiosamente Moody Blue y hasta el típico y aburrido profesor tenía cierto aire irreal, como de teleserie de instituto americano.

Luego, claro, la realidad se impone, te apunta con la barbilla, de esa forma que sólo un profe, y tu madre, sabe apuntar, y te suelta: qué harías para rigidizar la sección comprometida sin aumentar su volumen?; y claro, se rompe la magia y eso no hay Elvis que lo aguante.

Perogrulladas

Cuando te levantas con el día torcido ya no hay forma humana, ni divina, de enderezarlo, es mejor esperar paciente y resignadamente a que se pase.

Y es que lo que mal empieza...ya se sabe, y si pierdes el primer autobus, el segundo pasa olímpicamente de tu parada y cuando llega, por fín, el tercero tú ya deberías estar en clase, pues te muerdes los nudillos si hace falta pero luchar contra los elementos no sólo es muy cansado, es completamente inútil.

      

Geniera modo Mañanamás

El zumo o de los principios que se lleva el viento

Siguiendo con la racha de artículos de decadencia estudiantil me confieso culpable de mi propia, y alarmante, pérdida de valores.

El otro día, salgo de la biblioteca, dirección máquinas expendedoras de cosas, titubeo ante ellas, me decido por una, saco el dinero del monedero y vuelvo a dudar, me resigno a la elección ya tomada, marco los números, me agacho a recoger mi pedido y mis vueltas, miro al suelo y recorro en silencio, y en blanco, el camino que me separa de la ventana, miro por ella al infinito, que en este caso es un descampado, no quiero mirar lo que he comprado, lo abro...y allí me encuentro, la mayor consumidora de café ya sea de máquina o cafetería, bueno y malísimo, en mi casa y fuera...tomándome un zumo! Un miserable, triste y sano zumo de naranja.

 

Geniera modo Nosomosnada

La increible invisibilidad del ser

Iendo a la Uni, un ciego y sordo conductor de bus ha arrancado antes de abrirme la puerta para que me bajara, yo era la única que estaba en el bus y era la última parada del recorrido, a pesar de haberle pedido, hecho aspavientos y gritado para que lo hiciera. Cuando ya me dirigía con gesto amenazante, esto es un decir, hacia él, con el bus en marcha, ha abierto los ojos y de paso la puñetera puerta.

Volviendo de la Uni, dos horas más tarde, un raudo conductor, que debía tener mucha prisa por acabar el turno, me ha cerrado la puerta en las narices justo cuando iba a poner un pie dentro. He golpeado la puerta, él me ha mirado como si hubiera aparecido de la nada y con gesto cansino le ha dado al botón correspondiente.

Me voy a tener que comprar un chaleco reflectante de esos.

 

Geniera modo Invisible

Y a mi me daba igual

Pasaban ocho minutos de la hora de entrada y según las normas-no-escritas-pero-por-todos-conocidas para cualquier tipo de clase, desde parvulitos hasta los cursos del INEM, si  el profesor no ha aparecido pasados diez: eres libre.

Y ahí estaba yo, impasible ante la posibilidad de librarme de una clase y sólo expectante ante el asombro que me producía mi propia indolencia.

 

Geniera modo Deboestarbajomínimos

Y que todavía haya gente...

...insensible e insolidaria que vaya a las bibliotecas a mirarse arrobadamente a los ojos???!!!

Y en los bares que hacen?! Estudiar?! Pasar la fregona?!

 

Geniera modo Hombrepordios!

Volver

¿Cómo se explica lo que se siente cuando se vuelve al lugar del que saliste huyendo, aun sabiendo lo irremediable de tu vuelta, hace cinco meses?

Fácil.

No es que me apetezca lo mismo que que me saquen los ojos con una cuchara, no, es que estoy sopensando la posibilidad de sacármelos yo misma para no tener que ir.

 

Geniera modo Respirahondoycuentahastatresmillones